Hace unos días fue mi cumpleaños y mi sobrino me entregó este precioso dibujo como regalo.
Un dibu lleno de pokemones, cada uno con sus poderes. Sólo consigo reconocer y acordarme de Pikachu, tanto nombre raro es imposible para mí. Mi sobrino me aclaró que al avión le sobra la sonrisa y que el Pokemon con cara de enfadado no está en realidad enfadado. Lo dígo por si hay algún quisquilloso que perciba esos pequeños detalles y crea ver lo que no es.
Es bonito, de vez en cuando, tener algún regalo personal e intransferible.
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